En las elecciones regionales, los movimientos radicales han sufrido una importante derrota. Solo ganaron Cajamarca. En la mayoría de regiones, pareciera que los presidentes electos tienen una actitud positiva frente a la inversión privada. Pero sería un error concluir que el resultado es positivo para el país. Es preocupante que un tercio de los presidentes electos tenga acusaciones graves de corrupción y/o estén relacionados a actividades ilícitas. Muestra la debilidad de la institucionalidad, tanto como que solo cinco pertenezcan a partidos nacionales. Los gobiernos regionales y locales manejan el 65% de la inversión pública y son responsables de muchas funciones del Estado. El shock de reformas institucionales que se viene sugiriendo debe incluir vallas para la elección de estos presidentes, mecanismos de control político de su gestión y el reforzamiento de la supervisión, con posibilidad de intervención en caso de graves irregularidades.
Autor: Gianfranco Castagnola, Presidente Ejecutivo de APOYO Consultoría
Fuente: Perú21