En el último año la pobreza se redujo de 26% a 24%. Hace 10 años este indicador llegaba a 59%. El resultado es alentador, pues ratifica que el crecimiento económico complementado con políticas sociales bien focalizadas tiene un efecto positivo en la población. No obstante, se observan tendencias disímiles en las regiones del país que reflejan, más que diferencias en la dotación de recursos naturales en cada una de ellas, distintas capacidades de gestión de sus autoridades: cuánto y cómo gastan, cómo invierten en infraestructura complementaria para conectar zonas rurales a los mercados, cómo brindan servicios básicos a la población y cuán positiva es su actitud frente a la inversión privada. Apurímac dejó de ser la región más pobre (la tasa se redujo en 13 puntos porcentuales), pues allí la inversión pública se incrementó en 40% y se viene ejecutando Las Bambas; Cajamarca, donde la inversión pública retrocedió 2% (y la privada, mucho más), ahora presenta esa denominación.
Autor: Gianfranco Castagnola, Presidente Ejecutivo de APOYO Consultoría
Fuente: Perú 21