Quienes tenemos una verdadera preocupación sobre la armonía que debe guardar el desarrollo de actividades productivas con el cuidado del ambiente no tenemos razones para alarmarnos por las recientes medidas propuestas por el Poder Ejecutivo. Buscan agilizar las aprobaciones de los EIA, otorgando un plazo, muy razonable, de 45 días para que las autoridades emitan sus observaciones, de una sola vez, y no “a puchitos”, como era la mala práctica actual. El paquete incorpora criterios de racionalidad a los estándares de calidad ambiental. Teníamos límites de los más restrictivos del mundo, que habrían implicado el cierre de fundiciones y otras industrias, que sí cumplían estándares de la OMS. Incluye gradualidad en la implementación del sistema de sanciones del OEFA y determina que sea una responsabilidad multisectorial, no solo del Ministerio del Ambiente, declarar zonas reservadas y recomendar el desarrollo de determinadas actividades dentro de un territorio. Estas medidas disminuyen la incertidumbre de los inversionistas sin afectar la protección del medio ambiente.
Autor: Gianfranco Castagnola, Presidente Ejecutivo de APOYO Consultoría
Fuente: Perú 21