‘Lame duck’ es una expresión anglosajona aplicable a gobernantes próximos al final de su mandato y que pierden poder. Ocurre cuando ya se ha elegido a su sucesor. En el caso del presidente Humala, esto parece producirse mucho antes. Los errores políticos cometidos en los últimos años lo aislaron y le hicieron perder en el Congreso. Por ello, sus iniciativas reformistas fracasan, como ocurrió con la ‘ley Pulpín’; se muestra improvisado y débil enfrentando situaciones complejas: en el conflicto en Pichanaki, terminó cediendo a grupos radicales con implicancias negativas para la inversión en hidrocarburos; y permite que la oposición le marque la agenda, como la reciente propuesta de aumentar la RMV –40% de la PEA empleada gana menos que la RMV, por su baja productividad–. Quedan largos 18 meses. Esta debilidad política afectará la recuperación de la economía.
Autor: Gianfranco Castagnola, Presidente Ejecutivo de APOYO Consultoría
Fuente: Perú21