Las empresas actúan en función al marco normativo que el Estado les impone. Si el régimen laboral es muy rígido –y en el Perú lo es: en flexibilidad laboral somos el puesto 130 de 144 en el ránking del World Economic Forum–, responden contratando menos trabajadores; las mypes, en cambio, se refugian en la informalidad, donde los trabajadores ganan menos que la RMV. El sector más vulnerable es el de jóvenes: su tasa de desempleo es tres veces más que la de los trabajadores de 30 o más años. La mayoría no tiene contrato y gana menos que la RMV. El objetivo de la ley de empleo juvenil es alentar la creación del empleo formal para quienes, sin experiencia laboral, difícilmente conseguirían un empleo dentro del régimen actual. No afecta a quienes ya tienen empleo formal. Con esta ley, todos estarían mejor, pero parece que los políticos no lo entienden o prefieren la demagogia.
Autor: Gianfranco Castagnola, Presidente Ejecutivo de APOYO Consultoría
Fuente: Perú21