En el Financial Times, Francisco González anuncia que pronto Google, Facebook y Amazon competirán con los bancos en su mercado. El CEO del BBVA opina que, en pocos años, las agencias sólo manejarán el 5% de las operaciones bancarias, y estos potenciales nuevos jugadores no cargarán el pasivo de sistemas de distribución eventualmente obsoletos. Hasta ahora, empresas como PayPal son vistas como de nicho, pero falta poco para que se alíen con marcas poderosas con millones de usuarios.
La mayor ventaja de los bancos puede estar en la información valiosa que tienen de sus clientes; pero, para aprovecharla, requieren transformarla en conocimiento para ofrecer mejores servicios. El uso de esta big data y de la nube puede repotenciar la calidad de su atención. González considera que, para ello, los bancos deben abrir su plataforma tecnológica a innovadores externos para crear nuevos servicios. El sector financiero se transformaría en un híbrido BIT (banca, información y tecnología) donde la información, por medio de la tecnología, se convierte en nuevo conocimiento. Para los bancos que empezaron a sistematizarse en los años 60 y 70, esta transformación resulta un enorme desafío.
El banquero español considera que, en veinte años, se pasará de los 20,000 bancos “analógicos” que hoy existen a escala mundial a no más de algunas docenas de bancos “digitales” que actuarán como distribuidores de conocimiento. Alcanzar esta transformación requerirá de una renovación tecnológica y cultural de los bancos. También los reguladores tienen importantes desafíos al frente. Requerirán compatibilizar la regulación de los sistemas financieros con el mundo desregulado de los operadores virtuales. Deberán garantizar la seguridad, la privacidad, la protección al consumidor y la estabilidad sistémica de medios digitales que crecientemente serán más grandes, más rápidos y más complejos. Y, a la vez, deberán dejar espacio para la competencia y la innovación.