Los fundadores de Oculus VR -que fabrica novedosos equipos para juegos de realidad virtual- acudieron a Kickstarter, un sitio web que facilita recursos para nuevos proyectos, y solicitaron un cuarto de millón de dólares. De miles de entusiastas obtuvieron casi 10 veces más. Facebook acaba de comprar la empresa por US$2,000 millones, precio que ha sorprendido a muchos pero que le podría haber parecido barato a Mark Zuckerberg, quien, hace un mes, anunció la compra de WhatsApp por US$19,000 millones.
La empresa creadora de Candy Crush Saga, un ingenioso juego online, salió a Bolsa y resultó valuada en US$7,000 millones! Airbnb, una red virtual global que conecta a viajeros con hoteles y alojamientos disponibles, fue valuada recientemente en más de US$10,000 millones, monto mayor al de toda la cadena Hyatt con 500 hoteles. Y Facebook, en apenas dos años, ha alcanzado una valuación de US$150,000 millones.
La biotecnología también está en alza. En el primer trimestre del 2014, casi la mitad de las empresas que salieron a Bolsa eran de biotech. El 50% de ellas nunca había registrado ingresos. Entre aquellas con ingresos operativos, la mediana era US$200,000 anuales. Ninguna había generado utilidades. Sin embargo, su valor en Bolsa tuvo una mediana cercana a US$200 millones.
En el NYT, Jeff Sommer comenta que, en acciones de Internet y biotech, se podría estar repitiendo una burbuja como la de 1999-2000. En el año previo al 6 de marzo, el índice Internet de Nasdaq aumentó 63%; ha caído 11% desde entonces. El de biotech Nasdaq, después de elevarse 90% el año previo, alcanzó su máximo el 25 de febrero. Desde entonces ha caído 16%. Afortunadamente, no sería una burbuja generalizada. En el 2000, el P/E promedio de las 10 empresas de mayor valor en el S&P 500 superaba 60; el actual índice correspondiente es 16. Y en ese grupo, sólo Google cuenta con un P/E superior a 30. Es de esperar que se haya aprendido del pasado.